La estatua del Soldado Desconocido entre andamios para su colocación sobre obelisco de 22 metros de alto. Al lado, ya terminado, se le cubre para la inauguración.
Por: Luis Ojeda Espinoza. Director de ICHMA.
Un día como hoy, hace 100 años, se inauguró el Monumento al Soldado Heroico Peruano de la Guerra del Pacífico, un portentoso obelisco enclavado en la cima del Morro Solar de Chorrillos. El siglo lo encuentra ahora en medio de anunciadas portentosas obras inconclusas y casi se olvida la importancia de ese suelo, donde quedó la sangre de nuestros antepasados y yacen sepultados allí sus restos.
El 26 de julio de 1922, gobernaba el país el presidente
El ministro de Guerra, Germán Luna Iglesias, puso especial celo en la construcción del monumento y la nivelación de los terrenos en el Morro Solar.
Augusto B. Leguía, quien, como parte de los actos celebratorios por los 100 años de nuestra independencia nacional, se propuso rendir homenaje al soldado peruano muerto en la Guerra del Pacífico e inauguró ese día, lo que se consideró uno de los más importantes monumentos levantados al patriotismo peruano.
Algunos datos de cómo se construyó este símbolo del heroísmo peruano dan cuenta que el 17 de noviembre de 1921 se forma una comisión integrada por los tenientes coroneles José Román, Federico Hurtado y el mayor Domingo Risco, quienes se encargaron de recolectar restos humanos en el campo de la batalla de San Juan y Chorrillos.
Batallones del Ejército rumbo a la cima del Morro Solar para las obras de ingeniería y dejar todo listo para la inauguración.
La comisión logró rescatar 20 cuerpos de soldados peruanos que murieron el 13 de enero de 1881, en las acciones bélicas de la Defensa de Lima, los cuales fueron depositados en cajas de madera y sepultados en el lugar donde iría el Monumento al Soldado Desconocido. Fueron enterrados el 27 de noviembre, el día en que se colocó la primera piedra de la construcción del obelisco.
El ministro de Guerra del gobierno de Leguía, Germán Luna Iglesias, hijo de Catalina, la hermana menor del general Miguel Iglesias, tuvo a su cargo la supervisión de las obras del monumento y mientras duró la construcción todos los días subía a caballo el Morro Solar para impartir órdenes a los soldados encargados de los trabajos.
Como se sabe, la familia Luna Iglesias donó en 1952 el monumento de José Olaya Balandra que hoy se luce en el malecón chorrillano, así como el monumento al general Miguel Iglesias, que está en el Morro Solar de nuestro distrito.
Luna Iglesias inspeccionando obras y operarios de la Escuela de Artes y Oficios levantando andamiaje para el obelisco.
LA INAUGURACION
El 26 de julio de hace un siglo, según informaron los diarios de la época, desde las primeras horas de la mañana trenes especiales traían a los limeños a Chorrillos, mientras que jefes oficiales -con ropa de gala- y personal de tropa formaban fila en la Plaza Matriz del distrito.
En la puerta de la Iglesia “San Pedro de los Chorrillos” se levantó un altar donde el Arzobispo de Lima, monseñor Emilio Lisson, ofició una misa de campaña. El corresponsal del diario “El Comercio” agrega que también hubo estrados entoldados para las autoridades civiles, militares y religiosas, encabezados por el presidente de la República, Augusto B. Leguía.
Soldados preparan el “rancho” para todos los trabajadores que dieron su cuota de sacrificio para la importante obra.
A eso de las 10:30 am. comenzó la subida al Morro Solar y fue una multitud llena de patriotismo, encabezada por el presidente Leguía, la que se pudo ver en el camino a la cima, como lo relata el cronista de dicho diario.
Ya en la cumbre, procedieron a sepultar otros cuerpos encontrados en la zona en una fosa de cemento hecha con anterioridad. Posteriormente se descorrió el velo que cubría por completo el obelisco y la estatua, causando la admiración de los concurrentes ante el magnífico espectáculo.
SENTIDAS PALABRAS
En su discurso, el presidente Leguía puso de relieve el hermoso lugar destinado para el monumento: “Frente a ese mar en que se forjó el alma de Olaya y coronando esta eminencia en que se realizó uno de nuestros holocaustos patrióticos, mi gobierno ha querido perpetuar en el bronce una de las excelsas encarnaciones del heroísmo…”.
“Frente a las olas que contemplaron al inmortal pescador de Chorrillos y sobre los restos de nuestros soldados que consagraron con su sacrificio las rocas del Morro Solar, el monumento que hoy encomendamos al celo patriótico del señor alcalde de esta villa histórica, constituirá un hermoso ejemplo para los alumnos de nuestro primer instituto militar y una ofrenda sencilla, pero trascendente, para quienes supieron en días memorables, responder sin miedo a los requerimientos del deber. Queda inaugurado el Monumento al Soldado Heroico de la Guerra del Pacífico”, concluyó.
Peligrosos trabajos de colocación de la electricidad en lo alto del Morro Solar.
¿CAMINO AL OLVIDO?
El paso de los años ha deslucido el patriotismo que se vivía en todos los estratos y ese amplio reconocimiento al sacrificio de los chorrillanos y aledaños, quienes entregaron lo mejor de sí: su vida. El anuncio de grandes parques y una gigantesca asta por nuestro bicentenario de la independencia, alrededor del majestuoso monumento, quedó en nada.
La custodia y veneración cívica que se brinda en otros países al monumento de su soldado desconocido, con vigilia militar y cambios de guardia, generando la admiración y atracción sobre todo de jóvenes, tampoco se cumple, a pesar que existe un decreto para ello, y solo se le rinde honores cada 13 de enero, día crucial del enfrentamiento de 1881, hoy en ceremonia casi privada, donde no se convoca a la población como antaño.
El Instituto Chorrillano de Medios de Comunicación y Archivos (ICHMA) se compromete a mantener en alto las banderas de la peruanidad y respeto a los símbolos del soldado peruano, a fin de sembrar en las nuevas generaciones los altos valores que llevaron a nuestros antepasados a ofrendar sus vidas en defensa de la Patria.
(Fotos publicadas por la Revista “Mundial”, Nº 114, de Julio de 1922.)
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